Decir “gracias” se ha convertido en una palabra que usamos a diario, tanto así que muchas veces lo decimos de manera automática. Puede que en algún momento te hayas llegado a preguntar ¿por qué debemos estar agradecidos?
La respuesta es sencilla, dar las gracias nos produce felicidad. No obstante, en ocasiones olvidamos hacerlo. Muchas veces olvidamos lo maravilloso que es la vida: respirar, caminar, ver, tocar, oír, comunicarnos, amar, entre tantas cosas.
Ciertamente es necesario entender que dar las gracias es una manera de romper con tantas cosas que nos aquejan, por lo que a su vez significa abrirnos paso a muchas bendiciones. Dar gracias es apreciar lo que tenemos, cosa que muchas veces hemos ignorado. ¡La vida es un regalo! Hay tanto que agradecer.
Si sientes que no hay nada bueno en tu vida y/o has tenido días difíciles, te invito a realizar un ejercicio muy efectivo para elevar tu nivel de felicidad. Toma un papel y escribe un número del 1 al 10, que corresponda a tu nivel de bienestar (1-2 mal, 3-4 regular, 5-6 normal, 7-8 bien y 9-10 extraordinario). Luego, vas a escribir todo aquello por lo que estás agradecido en tu vida. Agradécelo todo y escríbelo. Puedes agradecer que puedes respirar, moverte, entre muchas cosas más ya que a pesar de las dificultades siempre hay algo por lo que estar agradecido. Como último paso, comprueba de nuevo tu nivel de satisfacción interna del 1 al 10. Si lo has aumentado, entonces estarás agradecido.
No permitamos que el día a día nos haga olvidar sonreír y sentir que somos afortunados, en especial la rutina. Está nos puede llevar a la inactividad y al desánimo si dejamos que nos domine. Ante esto, recuerda que siempre tendrás maneras para ser feliz.