Los hijos siempre dicen que les tocó la mejor madre del mundo, y obviamente tú me has escuchado decirlo montones de veces, pero es que es difícil no compartir con todos mi realidad. Realmente creo que se me regaló la mejor madre del mundo. Pienso eso cuando veo que tratas al prójimo como si fuera un hijo, como familia, sin esperar nada a cambio. Lo pienso mucho más cuando, sin decírmelo (pensando que no me doy cuenta), haces los más enormes sacrificios por mí; para que yo pueda vivir, para que pueda comer, para que pueda vestir. No te importa si te quedas con nada, porque por mi hermana y por mí, lo das todo. Lo mismo pasa con cualquier otra persona.
Lo que más admiro de tí es la capacidad que tienes de amar. Desde ese amor haces tantas cosas como ayudar, servir, trabajar. Heredé tu amorosa forma de ser, que ha hecho de mí una mujer llena de alegría y éxito.
Hoy ya estás cumpliendo un año más de vida. Aunque siempre me digas que no me durarás toda la vida, confío que el largo camino que haz recorrido aún no termina. Continuarás brindando tu amor, tu sonrisa, tu compañía y tus fortalezas a todos aquellos que son benditos de tenerte en su vida.
Gracias, mami. Gracias por todas tus enseñanzas, gracias por tu empeño en que sea una mujer de bien y en que viva mi vida al máximo. Gracias por las noches de risas incontrolables y por aquellos llantos que consolaste. Aún estas palabras nunca serán capaces de demostrarte todo el fruto de tu amor en mi alma. Hoy honro tu vida por este medio, para que el mundo sepa que tengo al regalo más preciado de mi vida: mi madre.
Para: Yajaira Jiménez Rosas
¡Feliz cumpleaños, mamá!