El ambiente de fiesta se podía sentir desde altas horas de mañana en todos los rincones. Muchos abrazos, alegría, mensajes de aliento, camisas alusivas al evento, chistes, pero también muchas lágrimas, ojos llorosos y sentimientos encontrados. El saber que ya no los veríamos con la misma frecuencia como lo fue por los pasados 20, 30, y hasta 40 años se sintió, se palpó y se seguirá sintiendo por algún tiempo por los pasillos. Personas que se convierten en familia, personas que vieron nuestras altas y bajas, nuestras frustraciones, también las alegrías. Celebraciones, nacimientos de hijos y nietos, perdidas de familiares cercanos, graduaciones, bodas, de todo. El sentimiento se podía sentir para todos los que se iban, también en todos los que nos quedábamos.
Hace unos días me tocó experimentar mi primera venta de jubilación. Muchos compañeros se acogieron al tan esperado y merecido retiro, luego de servir casi toda su vida entera a una empresa. Fue super bonito sentir la felicidad real y legítima del saber que no tenían que volver al próximo día, no tener que levantarse temprano y que tendrían mucho tiempo libre. Fue hermoso y refrescante escuchar las metas que muchos de ellos estarían realizando de ese momento en adelante. Planeaban viajar a lugares que siempre habían querido, a ver hijos y nietos, otros, aprovecharían la oportunidad para cuidar familiares que así lo necesitaban. Que mucho conocimiento se nos fue, que mucho conocimiento nos dejaron, que muchas enseñanzas nos impartieron.
A pesar de que no tuve la oportunidad de trabajar con muchos de ellos directamente, la mayor cantidad de los que se retiraban formaban parte de la división para la cual pertenezco. Siempre en los pasillos reinaron los buenos días, algunos chistes y muchas anécdotas importantes y claves en la historia de la institución. Sabíamos, que el vacío y silencio estaría, ese día se hizo real, no habría duda.
Fue día súper lindo donde se le reconoció cada uno de ellos por su labor y años de servicio. Pudimos observar mucha de su trayectoria y fotos de sus comienzos, “que tiempos” como decían muchos. Aunque el festejo seguía en todo su apogeo, las horas seguían pasando y sabíamos que el final del día se estaba acercando Muchos de ellos provenían de diferentes fusiones bancarias ocurridas hace 28 años, ¡se podrán imaginar! Todos sabíamos que esa despedida no sería nada fácil.
Personalmente me tocó despedir a una compañera de mi área. A pesar de que solo trabaje con ella durante casi 3 años, poco tiempo considerando sus años de servicio, esa despedida no fue fácil. Para mi sorpresa, no fui la única con ojos llorosos de camino a la salida. Como yo, había varios compañeros de la misma manera, al mirarnos sabíamos lo que sentíamos y por quien se sentía. No había que hablar, las miradas bastaban. Las historias, sentimientos, penas, alegrías se trasmiten queramos o no y a todos los que las reconocemos y valoramos las llevaremos siempre. Son esos pequeños detalles los que nos hacen crecer, los que nos hacen ver lo que es realmente es importante y lo que todos debemos velar y celar de nuestros ambientes de trabajo.
Como psicóloga industrial organizacional en formación, durante todo este proceso, que duro varios meses, pude observar he experimentar mucho de lo que se comenta constantemente en las clases sobre el tema del retiro o jubilación. Sin embargo, no fue hasta ese día que sentí y fui consciente del impacto y ayuda que podemos ser en estos procesos. El retiro es algo que muchas personas no verán, sin embargo, a todas aquellas que si tienen la oportunidad debe ser respetado y celebrado como lo que es.
Aquí algunas cosas que aprendí durante esos meses:
- Que este es solo el comienzo de muchos de los cambios significativos que comenzaremos a vivir en esta empresa y muchas otras.
- El retiro puede considerarse una perdida en la cual se experimenta un proceso de duelo.
- La preparación no debe ser únicamente para todos aquellos se retiran, también debe ser para todos los que nos quedamos.
- La carga emocional y de trabajo que se estará acogiendo a partir de ese momento debe ser tomada en consideración.
- Sea cual sea la decisión financiera y/o estratégica por la que se den, son seres humanos todos los que se verán afectados.
Mi primera ventana, un día que sin lugar a duda, nunca olvidaré.