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This article is written by a student writer from the Her Campus at Albizu chapter.

¡Cuidado con el coloniavirus COLVIRUS – 1898!

          El año 2020 nos ha sorprendido sin duda alguna con una multiplicidad de eventos significativos y catastróficos que han revelado a sangre fría los murales resilientes que sostienen a nuestro país y al mundo entero.

          Durante el mes de enero 2020, nos encontramos ante la incertidumbre de un mundo que estaba en llamas, y cuyos océanos tomaron rutas alternas. También nos entró un pequeño calambre inoportuno en respuesta a la batalla de dos potencias mundiales que andaban jugando con fuego por asuntos políticos. Y para añadirle sal a la herida que no teníamos consciencia de que existía, nuestro país tembló terriblemente por dos ocasiones consecutivas. Tembló y tembló. Preferíamos dormir en la intemperie, y escuchar al coquí justamente a su lado, porque nos sacudía la ansiedad como un susurro elocuente. Sin embargo, la solidaridad de nuestra gente, la empatía, y el apoyo de comunidad en comunidad, tuvo como resultado que Puerto Rico continuara con su agenda de sobrevivencia. Teniendo como refuerzo positivo, un par de cervezas a dos por uno, en la despedida del mes de enero en la placita de Santurce.

          No obstante, para el mes de marzo, el coronavirus COVID-19 tocó nuestra puerta. Mejor dicho, bailó suficiente salsa para mover las caderas de Shakira en el festival nacional de la salsa, y dió par de vueltitas al son de la Quimbara quimbara quma quimbamba hasta llegar al Sheraton. Después caminó por los muelles del viejo San Juan, y se tiró un selfie en el morro a nombre de un tal Cristobalcito Columbus.  Y por si no fuera poco, la gobernadora Wanda Vázquez, dijo que no se preocuparan, porque “Puerto Rico estaba siendo custodiado por buenas manos.” Como si el gobierno tuviese garantía de tener en su poder alguna gema del universo traída por el propio Thanos. Mientras tanto, el pueblo continuó con sus actividades diarias, pero andaba bajo el fenómeno de la perse. Tiempo después, recibimos la gran noticia de que nuestros vecinos de la CDC (Centers por Disease Control and Prevention) estaban presentando emociones conflictivas, porque las supuestas muestras que enviaron por parte del departamento de salud de Puerto Rico (para ver si efectivamente el coronavirus estaba de vacaciones en Puerto Rico tomando Don Q con china), estaban dañadas. (Primera Hora, 2020).  Lo cual terminó en una parodia en edición estelar como lo auspiciaría WAPA televisión.  El pueblo puertorriqueño estaba más que indignado; estabamos cansados. Luego, nos dijeron que no se tenían datos precisos y confiables sobre cuántas personas podrían estar contagiadas del virus murciélago, por lo que terminaron vendiéndonos la idea privilegiada de la “cuarentena.” Todo en menos de 24 horas en un viernes 13 de marzo sin poder escuchar la canción de Vico C.

           Lo que para muchxs representó ser unas vacaciones forzadas, para otrxs era un aislamiento sin precedentes. Se nos acabó el papel de baño, el arroz, el bengay, el vicks, y para colmo, el caldo de pollo de abuela. Aun así, nuestra película de terror no había acabado. A pesar de los números de casos sospechosos, de la histeria colectiva, y hasta de la gran incertidumbre que nublaba la razón del más optimista; el gobierno de Puerto Rico anunció que continuarían recibiendo cruceros y vuelos de otros países. Es aquí, donde con mucho disimulo, el secretario de Asuntos Públicos, Osvaldo Soto, expresó en voz alta nuestro problema más grande como pueblo; el colonianismo. “El gobierno de Puerto Rico no podrá prohibir la llegada de vuelos y cruceros para prevenir el contagio de coronavirus COVID-19 por ser una jurisdicción federal, informó en radio isla el secretario de asunto públicos, Osvaldo Soto.” (Radio Isla, 2020) Por ser una jurisdicción federal, el gobierno local no pudo tomar acción en la seguridad dentro los aeropuertos. Por ser una jurisdicción federal, el gobierno local no puedo rechazar la entrada del crucero Costa Luminosa que poseía pasajeros con síntomas sospechosos. Por ser una jurisdicción federal, Puerto Rico tuvo que esperar a expensas de lo que estableciera algún blanquito en la diáspora.

           Tal como lo explica Rosario Lozada (2018) “Para algunos estudiosos del tema, el problema no radica en la implementación de la ciudadanía norteamericana sino en la condición colonial entre Puerto Rico y los Estados Unidos.” Esta condición impide en gran medida que Puerto Rico pueda acogerse a leyes de quiebra, y a su vez, que pueda recibir ayudas alternas que sean aprobadas por el gobierno local puertorriqueño. Es a raíz de esta nube gris, que hemos intentado de batallar en tiempos después María; con los temblores en el sur, y ahora con el coronavirus COVID – 19. “Cuidado con el coronavirus”, les digo. No solo, porque es una amenaza clara para nuestra salud y la de otrxs, sino porque nos continúa revelando que uno de sus síntomas más letales; es la contemplación de la impotencia provocada por nuestro estatus colonial.

 

Referencias:

Primera Hora (2020) CDC confirma que muestras enviadas desde Puerto Rico estaban​ mal. Periódico Primera Hora. Retrieved from:

           https://www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/notas/cdc-confirma-que-…

Radio Isla (2020) Gobierno local no podrá prohibir llegada de vuelos y cruceros por coronavirus.

           Retrieved from: https://radioisla.tv/gobierno-local-no-podra-prohibir-llegada-de-vuelos-…

Rosario Lozada, M. A. (2018) La ciudadanía norteamericana en Puerto Rico. El Nuevo Día. Retrieved from: https://www.elnuevodia.

           com/opinion/columnas/laciudadanianorteamericanaenpuertorico-columna-2403184/

Is a doctoral clinical psychology student who is still waiting for her hogwarts letter, and keeps training to become a Jedi. (Perhaps even rule over Westeros). She also enjoys cold weather, pizza and the smell of new books. LGBT+ and sex rights advocate. #10PointsForGryffindor!
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