He crecido más de la mitad de mi vida observándote en procesos de deterioro, hoy día, todavía, te acompaño en tu enfermedad y la siento, así como siento que me afecta también.
Ha sido una experiencia que ha marcado la persona que soy en el presente, y la persona que deseo ser en el futuro.
En el devenir de etapas, se han desarrollado diferentes sentimientos como frustración, enojo, impotencia, tristeza. Estos, han coexistido a su vez con pensamientos y sentires de esperanza, resiliencia, felicidad y amor.
Siempre, amor… El mayor impulso que he tenido para cuidarte. Cosa que ha trascendido cada mala decisión, cada problema o situación. Tenerte ha sido de mis mayores lecciones. Gracias a ti, he tenido de los momentos más intensos y de aprendizaje constantes de vida.
He aceptado, este caminar de limitaciones, pero de oportunidades para ser. Me has enseñado de empatía, de abrazos, transparencia y de vivir esto, no sola pero acompañada de palabras, afectos y personas que sanan e impulsan.
Si eres cuidadorx y me lees (y si no, comoquiera espero que disfrutes la lectura), te dejo estos consejos importantes, que inclusive yo, me encuentro siempre revisando:
- Ten conocimiento de tus limitaciones: Estar conscientes de tus limitaciones ya sean de tiempo, psicológicas y/o económicas. Es importante que sepas hasta donde puedas dar y te sientas cómodx.
- Comparte tus sufrimientos: Lo sé. Muchas veces es difícil, ya sea porque no te sientes comprendidx, o es demasiado lo que sientes y no quieres hablarlo. Tener espacios para ventilar o desahogarte son necesarios y fructíferos para cuidar tu salud mental, y aportar a tu bienestar psicológico.
- El conocimiento como herramienta: Buscar o pedir información sobre la enfermedad de la persona que cuidas, para tener alguna guía de cómo actuar ante algunas situaciones. Esta herramienta ayuda a nuestra resolución de problemas. De igual forma, buscar información sobre cuidadorxs y qué cosas puedes hacer para enfrentar de mejor manera la situación.
- Permítete el descanso: Debes permitirte tomar un espacio y alejarte del/ la que necesita cuidado. Tomar algunos días de descanso o intercalar rutinas de autocuidado en tu diario vivir.
- Pedir ayuda y colaboración: Sé que muchas veces sentimos que la responsabilidad recae en nosotrxs y la familia cercana, pero ya que normalmente esto nos afecta, permite que otrxs puedan estar ahí para ti, ya sean otrxs familiares o amistades. Si entiendes que todo esto te carga demasiado, siempre está la opción de buscar recursos externos (p.e servicios psicológicos).
En el proceso constante y en la situación que enfrentas, vive diariamente reforzando valores que te impulsen a encontrar fuerzas y propósitos. Entre ellos pueden estar:
- Razones por las cuales sientas agradecimiento.
- Momentos de constante transparencia contigo mismx.
- Procesos de aceptación y valoración.
Si me sigues leyendo, te comparto estas palabras: ERES VALIOSX, ERES IMPORTANTE Y NO ESTAS SOLX.