Antes de comenzar con este artículo sobre la procrastinación me gustaría contarles algo. Cuando por fin me decidí, luego de varios días, sentarme a escribirles sobre consejos para estudiar, evitando la procastinación, siempre encontraba un sinnúmero de razones para no hacerlo. Y la verdad es que me parece más “fun” sentarme a ver una serie en Netflix, que leer un montón de artículos sobre cómo no hacer la cosa que siempre termino haciendo. Me preguntaba a mí misma: “¿cómo darles consejos que yo no me aplico?” Y fue entonces cuando me di cuenta que esa debía ser razón suficiente para yo aprender y demostrarles que sí se puede estudiar, sin necesidad de postergar. Les enseñaré a cómo saber decir no, en especial en aquellos momentos donde caes en un círculo vicioso en el que siempre terminas viendo un capítulo más.
Procrastinadoras Unidas
Cuando comencé a buscar información me di cuenta que este tema ha tomado auge recientemente y hasta se habla de términos psicológicos para tratar de describir y determinar nuestro comportamiento. Tal parecería que se trata de un fenómeno nuevo, causado por nuestra dependencia a las redes sociales, pero la verdad es que la procastinación se remonta a mucho tiempo antes del Facebook, Twitter, Tumblr y hasta de Myspace. Es por eso que no debemos alarmarnos cuando nos dicen que somos unos postergadores crónicos, pues la verdad es que tenemos las mismas probabilidades de desarrollar esta actitud que cualquier otra persona pre-redes sociales. Es parte del ser humano decidir dejar para luego tareas importantes.
Lo que sí nos diferencia, es que la generación de la cual tú y yo formamos parte, es una postmoderna. Esto significa que una de nuestras características principales es la socialización; cosa que toma primer lugar en nuestro “to-do-list”. Tal vez dirás ¿socializar yo? Si yo ni sé qué es eso, a penas salgo de mi casa. Pero a la hora de entrar a nuestro Instagram se convierte siempre en prioridad obtener el mayor número de “likes” y “followers”, en vez de estar realizando cosas realmente útiles. Voy más allá y confieso que hace poco, en el intento de buscar un sitio para estudiar “cool”, que me hiciera sentir relajada y me ayudara a combatir los demonios de la procrastinación (¿demonios procrastinísticos? Quién sabe, podrían existir), “me senté en la terraza de casa a realizar una tarea”; fracaso total. Cuando desperté del trance de la procrastinación, me percaté que estaba retratando todo lo que estaba a mi alrededor: flores, nubes, el sol y hasta terminé retratándome acostada en la hamaca. Es entonces ahí donde está el problema. Comienzo a subir fotos mías supuestamente ESTUDIANDO (con tacita de café y todo) para mostrar mi lado “intelectual”. Y el papelón no termina ahí: luego comienzo a preguntar a mis familiares si han visto mis fotos con la intención de ganarme un glorioso “like”. Señoras y señores, soy una procrastinadora profesional. Si eres de míos, continúa leyendo para que intentes conmigo combatir la postergación.
¿Qué debemos hacer a la hora de estudiar?
La organización es fundamental cuando nos sentamos a estudiar. Es importante que organices tus tareas y determines un tiempo adecuado para cada una de ellas. Te recomiendo que compres una agenda o utilices tu celular para recordar a toda costa aquellas tareas que tienes por hacer. Ya que nos gusta tanto el celular utilicémoslo para cosas realmente útiles como poner alarmas, recordatorios y ubicar las cosas en nuestro calendario. Un “plus” en utilizar el celular es que no incurrimos en gastos en una agenda y comprarla entonces no es una excusa para andar desorganizados.
A su vez, con una buena organización debemos establecer sesiones de estudio, esto porque si le dedicas tiempo en exceso a alguna tarea es muy probable que te aburras y procrastines. Incluso, nuestro lapso de concentración generalmente es de uno 30 a 45 minutos. Por lo que es bueno dediques ese tiempo a la tarea y luego tomes un descanso. Trata de que el mismo sea en algo que te parezca relajador o divertido; es importante que luego retomes nuevamente la tarea o lo que estás estudiando.
Por otro lado, es sumamente fundamental el lugar donde decidimos estudiar; es este el que determinará un mejor desempeño. Debes establecer un espacio en donde te sientas cómoda y donde no tengas ningún tipo de distracción o interrupción. De esta forma evitarás procastinar una vez más. Ahora bien, ya hablamos de las cosas más básicas que son la organización, el tiempo y la ubicación, llego el momento de trabajar con el aspecto tecnológico: despegarnos de los celulares, el internet y hasta del televisor. Es importante que reafirmes tu deseo por terminar la tarea, recuérdate a ti misma que no necesitas de estos porque son solo negativos y no te ayudarán en lo más mínimo. Trata de apagarlos o apartarte de estos. Si es necesario dale tu celular a otra persona y le dices que no te lo dé hasta que termines. Debo aconsejarte algo muy importante: si amas ver televisión tanto como yo, en especial películas y series, te recomiendo que acomodes tu tiempo dejándole un espacio a estas actividades. Si crees que no puedes controlar la cantidad de episodios que ves, te aconsejo que no comiences a ver series a menos que estés de vacaciones, de manera que sí puedas dedicarle mucho tiempo; de lo contrario evita estas a toda costa.
Finalmente, no hay excusas para no estudiar, estos consejos son simples y de mucha importancia; es momento de ponerlos en práctica. Recuerda que lo primordial en todo caso es cuán determinada te sientas y cuán bien puesta tengas tu meta final. Las cosas buenas tardan en llegar y no son fáciles de alcanzar, así que un poco de sacrifico es totalmente necesario. De esta forma valoramos mucho mejor nuestro tiempo no solo el electivo sino también el tiempo libre. Trata de evitar la tecnología en caso de que no sea necesaria, organízate mejor y verás como todo fluirá de maravilla. Abajo te dejo unos “tips” extras para que te desempeñes mejor en tu día.
“Tips”extras:
• Realiza ejercicio, por lo menos algunos minutos, de cardio; esto hará que te sientas con más ánimos durante el restante del día.
• Mejora tu alimentación y esto incrementará a tu rendimiento de estudio.
• No te estreses, dedícale tiempo a tareas que te relajen. Trabajar bajo estrés no es adecuado ni efectivo.
• Nunca te amanezcas; duerme de siete a ocho horas. Un periodo saludable para andar con ánimos todo el día.